yogur de soja con probióticos

Yogur de Soja Casero con probióticos

Hacer yogur casero de soja es más fácil de lo que imaginas y, además, tiene grandes beneficios para tu salud. Esta receta requiere pocos ingredientes, es totalmente personalizable y está cargada de probióticos para mejorar tu salud intestinal. Sin azúcar ni edulcorantes añadidos, este yogur es una base perfecta para combinar con frutas frescas, frutos secos o lo que más te guste.

La clave está en el uso de un buen probiótico. Yo utilizo 40+ Acidophilus Avanzado de Solgar, un complejo que aporta 1.500 millones de microorganismos de diferentes cepas. El resultado es un yogur cremoso, nutritivo y lleno de vida.

Este yogur es fácil de preparar, requiere pocos ingredientes y es altamente nutritivo gracias a los probióticos. Al hacerlo en casa, tienes control total sobre los ingredientes, adaptándolo a tus preferencias sin azúcares añadidos.

Los probióticos que contiene este yogur ayudan a mantener un sistema digestivo saludable, lo que repercute positivamente en tu energía y estado de ánimo. Es una receta perfecta para cuidar de ti desde el interior.

Los probióticos, son microorganismos beneficiosos que fortalecen la flora intestinal y ayudan a mejorar la digestión, reforzar el sistema inmunológico y equilibrar el estado de ánimo. Usar un termo o yogurtera asegura una fermentación óptima, garantizando un yogur cremoso y lleno de vida.

yogur de soja con probióticos

Yogur de Soja con probióticos

Equipment

  • Yogurtera o Botes de Cristal o Termo (que no sea de metal)

Ingredientes  

  • 1 litro  leche de soja ecológica
  • 1 yogur de soja ecológico con probióticos
  • 3 cápsulas probióticos

Instrucciones 

  • Calentamos a 40 grados la leche y apartamos del fuego.
  • Añadimos el yogur y las cápsulas de probióticos.
  • Removemos bien hasta que se mezcle todo y no se vean grumos del yogur.

Si usas yogurtera

  • Introducir en la yogurtera y tenerlo unas 4 o 5 horas.

Si usas botes de cristal

  • Ponerlo en botes de cristal tapados con papel de cocina y "abrigarlos" con paños y bolsas de agua caliente de las de toda la vida. Lo metes todo el el horno (apagado) y al día siguiente ya lo tienes.

Si usas un termo

  • Meterlo en un termo, que aguanta el calor y ayuda a la fermentación. (Importante aquí que el termo no sea de metal, porque va a impedir, estropear o ralentizar la fermentación) 
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