Aquí os dejo la segunda parte de un artículo muy interesante sobre los hongos y setas escrito por el Doctor José Luis Gil.
Propiedades de hongos y setas parte 2
Las setas son ricas en β-glucanos, polisacáridos que estimulan al sistema inmunitario. Estimulan el sistema inmune, frenando el crecimiento de los tumores, al activar a los linfocitos T, las células natural-killers y los macrófagos, que se encargan de eliminar a las células tumorales. Además, los β-glucanos estimulan la producción de citoquinas, muy importantes para la lucha contra el cáncer: factor de necrosis tumoral (TNF∝), interleuquina-10, etc. Por otra parte frenan el crecimiento de las células tumorales y la aparición de metástasis al inhibir el factor nuclear kappa-beta. El uso de agentes que activan los mecanismos de defensa (inmunoestimuladores) son una herramienta terapéutica añadida a la quimioterapia convencional en personas inmunocomprometidas. Las setas son potentes inmunoestimulantes sin los efectos secundarios de los fármacos y mucho más baratas. Además, su contenido en selenio supone una ayuda en la lucha contra el cáncer.
Las setas shiitake, maitake, enoki, cremini o portobello (Agaricus bisporus), seta común o gírgola (Pleurotus ostreatus) y seta de cardo (Pleurotus eryngii) contienen polisacáridos y lentinanos que estimulan la reproducción y la actividad de las células inmunes. Todas ellas, junto con kawaratake (Coriolus versicolor) y enokitake (Flammulina velutipes), también ricas en lentinano y otros polisacáridos, son alimentos básicos en Japón y se suministran a los pacientes en los hospitales durante los tratamientos de quimioterapia. Probablemente, maitake y coriolus o trametes versicolor (cola de pavo) son las que tienen el efecto más marcado sobre el sistema inmune.
Uno de las sustancias más interesantes que contienen los hongos es la L-ergotioneína (EGT), que los científicos están comenzando a reconocer como un “antioxidante maestro” con un poder, incluso superior al glutatión en ciertos aspectos. Un artículo publicado en la revista Nature, habla sobre la importancia de la ergotioneína, que se sintetiza de forma exclusiva por los hongos, micobacterias y cianobacterias pero se acumula en los organismos superiores, de manera que también aparece en alimentos como las alubias negras y rojas, la carne roja, hígado, riñones y el salvado de avena. Se descubrió por primera vez en el cornezuelo del centeno y se ha descrito como “una histidina derivada de un aminoácido inusual que contiene azufre,” que parece tener un papel específico en la protección del ADN del daño oxidativo. Se ha comprobado sus efectos antioxidantes con un alto poder de captación de radicales libres y protector de las radiaciones ultravioleta y gamma. Tiene efectos antiinflamatorios con actividad protectora del sistema cardiovascular y de las lesiones neuronales. Partiendo de esta base, es fácil ver por qué los hongos deberían formar una parte importante de una alimentación óptima.
Espero que os sirva este artículo sobre hongos y setas para descubrir un mundo nuevo en la alimentación saludable.
Comments
me encanto el articulo, muchas gracias
Muchísimas gracias Beatriz!