Sopa Bretona con boletus edulis

In Recetas by Aroa FernándezLeave a Comment

La cocción en agua se ha utilizado desde la Antigüedad. En esa época y hasta la Edad Media incluso las carnes asadas se cocían en agua. El líquido restante, que todavía contenía algunos pedazos de carne, se acompañaba de verduras y cereales para acompañar el caldo.

Hay documentos que hablan de cómo las tropas griegas se alimentaban con caldo de lentejas. Aristóteles nos decía que el caldo era superior a los asados y otros medios de elaboración de la comida. A partir de la Edad Media hizo su aparición en Europa la palabra sopa.

Las sopas son un alimento lleno de nutrientes, vitaminas y minerales que podemos acompañar con verduras, cereales…, un buen aliado para los días de invierno. Los cereales son un fantástico acompañante de las sopas, ya que permiten completarlas enriqueciéndolas con glúcidos y aportando energía.

Los caldos y fondos vegetales tienen varias utilidades y van a ser una herramienta económica y rápida para preparar una gran variedad de platos. Podemos disfrutar de un plato de sopa, preparar un arroz, pasta, patés, y al mismo tiempo depurarnos.

Con imaginación y gusto podemos preparar casi con cualquier verdura muchas variedades de caldos y fondos. Para los caldos podemos utilizar las hojas y partes verdes de remolachas, zanahorias, nabos… Siempre y cuando sean ecológicas, ya que las partes verdes son las que más toxinas albergan.

Esta es una sopa muy contundente y deliciosa que no deja a nadie indiferente. Para estos días de invierno esta sopa Bretona es un bálsamo para el cuerpo.

Ingredientes

  • 2 cucharadas de aceite de coco
  • 1 puerro grande a trozos
  • 1 patata en dados
  • 1 trozo de yuca a dados
  • 1 o 2 boletos edulis
  • 125 ml de sidra
  • 300 ml de caldo vegetal
  • 4 cucharadas de harina de arroz
  • 200 ml de leche vegetal (aquí tienes una receta de leche de chufa y de avellanas, pero también puedes utilizar las leches vegetales que venden en el supermercado: avena, soja, almendras…)
  • 200 ml de nata vegetal
  • Alga dulse
  • 1 hoja de laurel
  • Estragón (fresco o seco)
  • Sal

Elaboración

Sofreímos el puerro y el boletus en el aceite de coco. Doramos bien y añadimos la sidra. Llevamos a ebullición.
Incorporamos la yuca y la patata cortadas a dados pequeños, la hoja de laurel, el alga y el caldo y dejamos que vuelva a hervir. Bajamos el fuego y tapamos unos 10 minutos.

Ponemos la harina en un bol y añadimos la leche muy poco a poco moviendo con unas varillas para que no queden grumos y añadimos a la sopa poco a poco. Removemos bien e incorporamos la nata y el estragón.
Dejamos unos minutos más y comprobamos que la yuca y la patata estén cocidas y si es así ya podemos servir.

Nutrición orgánica:

Dentro del grupo de algas marinas que crecen en el Pacífico Norte y costas del Atlántico encontramos el alga Dulse. En el pasado, este alga se utilizaba en el tratamiento de enfermedades como el bocio, el escorbuto o la desnutrición, así como para la mejora de las funciones de la tiroides.

Podemos consumirla tanto cocinada como en crudo y su sabor es muy suave, con un fondo que nos recuerda al de los alimentos ahumados.

Nutrición emocional:

La energía del agua del invierno se equilibra con alimentos que han crecido bajo tierra, como la yuca, y nos aportan su solidez, fuerza de voluntad y calor, para que podamos relajarnos y reflexionar en una época del año más fría y oscura como es el inverno.

Esta es una sopa densa y con la que entramos en calor de forma inmediata. La sensación es la de llegar a casa después de un largo camino. Por ello esta sopa es ideal para cuando estamos bajos de ánimo, decaídos o hemos pasado una enfermedad.

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